Decreto 76/2008, de 4 de julio, por el que se regula la aplicación en el ámbito agrícola y ganadero de la Ley 16/2006, de 17 de octubre, de régimen jurídico de las licencias integradas de actividad de las Islas Baleares
Fecha de Entrada en Vigor | 11 de Julio de 2008 |
Sección | 1.- Disposiciones generales |
Emisor | Consejeria de Agricultura y Pesca |
Rango de Ley | Decreto |
Decreto 76/2008, de 4 de julio, por el que se regula la aplicación en el ámbito agrícola y ganadero de la Ley 16/2006, de 17 de octubre, de régimen jurídico de las licencias integradas de actividad de las Islas Baleares La Ley 16/2006, de 17 de octubre, de Régimen Jurídico de las Licencias Integradas de Actividad de las Islas Baleares, regula el régimen jurídico y el procedimiento de intervención administrativa de las actividades de titularidad pública o privada que se definen en la misma.
En virtud del artículo 3.3 de la Ley 16/2006, se dispone que quedan excluidas de la obligación de solicitar y obtener el permiso de instalación y la licencia de apertura y funcionamiento las actividades necesarias para una explotación agraria o vinculadas directamente a la explotación, conforme a lo establecido reglamentariamente. Con el presente Decreto se desea regular las actividades agrícolas y ganaderas desarrolladas principalmente en suelo rústico.
La actividad agraria engloba un conjunto de trabajos que tienen por objetivo obtener productos agrícolas y/o ganaderos.
En nuestra comunidad autónoma el peso de la agricultura en el producto interior bruto es muy bajo y el modelo agrario tiene un carácter básicamente familiar, pero dicho sector tiene una importancia enorme desde el punto de vista social, político y del mantenimiento del medio rural. Así, la agricultura cumple no tan sólo la función productiva de alimentos y de materias primas, sino que se ha diversificado para satisfacer nuevas demandas sociales ligadas a la conservación del medio ambiente y a la economía del ocio en el medio rural. Este modelo sufre una fuerte crisis y reestructuración, ya que no puede competir en producción ganadera con otros territorios, por toda una serie de factores como las condiciones climáticas y el bajo índice de lluvias, el agotamiento de los acuíferos, así como el coste añadido que supone la insularidad a la hora de transportar forrajes y piensos para la alimentación del ganado.
A esta situación se han sumado últimamente otros factores agravantes, como las epizootias de lengua azul de los años 2000 y 2003, que comportaron el cierre del territorio...
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